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miércoles, 29 de octubre de 2014

La naturaleza salvaje del hombre en la vida moderna

By willi  |  16:09 Sin comentarios

Desde el principio de los tiempos, o más bien de nuestro tiempo, los humanos necesitamos estar en contacto con algo de adrenalina, necesitamos de la misma para sobrevivir, por una cuestión muy básica que se remonta a nuestros inicios. Desde que el humano comenzó a desarrollarse y evolucionar, siempre vivió entre criaturas salvajes en el bosque y allí solamente sobrevivía aquel que fuera más rápido, más inteligente, más hábil y cuando el momento lo requería había que usar nuestro lado animal para escapar de determinadas situaciones, así fue como desarrollamos cosas como la vista periférica y la sensación similar a que nos caemos de la cama, cuando en realidad esto no sucede. Dicen que anteriormente dormíamos en los árboles para salvarnos de los animales que no sabían trepar, siendo así el sitio más seguro, pero sin embargo siempre estaba activa la sensación de que podíamos caer en cualquier momento y eso nos mantenía alerta, entonces teníamos que vivir con dicha sensación, se volvía una necesidad constante el sentir este tipo de sentimientos que podrían asegurar nuestra propia supervivencia, es por eso que cuesta mucho dormir del todo tranquilos, siendo que todavía nos cuidamos de los peligros que ya no existen en realidad, pero alguna vez fueron decisivos y vitales para nuestra supervivencia como especie.



La genética nos transmite algunas cosas importantes en forma de información que debemos desencriptar, ciertos traumas, ciertas habilidades, dones, instinto y cosas que son de nuestros antepasados, pero lo curioso es que no compartimos con ellos solamente ADN, sino también algunas cosas que nos hacen especiales, que a nuestras familias las hacen especiales, del mismo modo que las malformaciones o enfermedades se transmiten, también así lo hacen algunas cosas positivas del individuo, algunos llaman a esa parte, a aquella porción de nuestro ser que compartimos con los que estaban antes que nosotros “Maldición hereditaria”, ya que no siempre es positiva y muchas veces suceden cosas que no podemos explicar por esta razón o cusa, asimismo esta herencia determina gran parte de nuestra personalidad, el trabarnos ante diferentes motivos, el no poder afrontar ciertas posturas, predisposiciones psíquicas, simples detalles que no tienen tanto que ver con la vida o enseñanza que se nos inculcó o que realmente vivimos, sino más bien con algo que viene desde mucho antes, un pasado que no vivimos, pero sin embargo nuestro inconsciente toma como que sí nos pertenece, lo hace propio, por tal motivo debemos de alguna manera lograr con los años identificar estas características heredadas y aprender a quitarlas de nuestro existir porque de otro modo estaremos pagando las consecuencias de actos pasados y estaremos cargando las culpas de un pasado que no fue nuestro, ya sean positivas o negativas, lo cierto es que a veces sufrimos reacciones involuntarias o incluso trabas, complejos, debilidades carnales o psíquicas que solo son producto de lo que alguna vez vivieron nuestros antepasados en diferentes circunstancias que las que estamos nosotros atravesando.



Los videojuegos nos ayudan a conectarnos con algo que no existe en nuestro día a día, pero sin embargo se encuentra presente, por ejemplo algo que podemos encontrar fácilmente dentro de nuestro inconsciente es el instinto de supervivencia, por ejemplo se puede ver su existencia en un juego en el cual se pueda matar zombies, allí podemos poner a prueba todas nuestras habilidades y capacidades de reacción, de poder escapar de quienes nos quieren perjudicar, correr, saltar, trepar, toda esa adrenalina que podemos sentir jugando es la que nos hace falta para vivir, no significa que debemos vivir a través de un juego, sino que es bueno sacarnos esa tensión extra que crea el organismo, para ser disuelta en la práctica que ya no es nuestra cotidianidad por un ritmo de vida en la ciudad, o más bien sin peligro. Para esto también sirve el ejercicio, siendo que la ansiedad se reduce exponiendo el cuerpo para lo que fue hecho que es entrenarse constantemente, correr, trepar, saltar, mantenerse activo ayuda al organismo a liberar toda esa energía contenida que con el tiempo pueden convertirse en toxinas que paulatinamente pueden dañar al organismo. Alimentarse de diversos frutos de la tierra también ayuda en gran manera, pues nos conecta con nuestra naturaleza real y original, de este modo no será necesario alimentarse de esos productos sintéticas, como lo hacemos en la actualidad que vivimos a diario.

Carla Gamza

Autor: willi

Tengo 26 años y trabajo como redactor de diversos sitios en internet, soy fanático de la filosofía y me agrada leer para nutrirme de nuevos conocimientos.

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